La Ginecomastia se trata de una alteración que provoca el desarrollo de las glándulas mamarias en el hombre, lo que hace que en algunos casos lleguen a asemejarse a las mamas de las mujeres.
Esta patología puede darse en hombres con peso adecuado y a cualquier edad a causa de un desequilibrio hormonal, aunque comúnmente se asocie a la obesidad (Pseudoginecomastia). Se puede decir que existe tres etapas de la vida donde la ginecomastia puede hacerse evidente a causa de los cambios hormonales que se producen de forma natural:
- Al nacer, debido a las hormonas que la madre transmite a través de la placenta durante el embarazo. En estos casos no se lleva a cabo ninguna actuación médica, ya que esta ginecomastia desaparece a las semanas, cuando las hormonas maternas salen del torrente sanguíneo del bebé.
- Durante la pubertad, la glándula mamaria masculina aumenta de tamaño unos 4 cm debido a las alteraciones hormonales (nivel de estrógenos alto y/o de testosterona bajo). Alrededor del 60% de los adolescentes experimentan este cambio pero se recomienda esperar un tiempo prudencial antes de tratarlo quirúrgicamente, ya que a los 2 ó 3 años, cuando cesan los cambios hormonales, las mamas tienden a recuperar su forma. Sin embargo, no siempre es así y la glándula puede permanecer aumentada de forma permanente.
- En la edad senil, a causa del déficit en la producción de testosterona e incremento de tejido graso. Esta ginecomastia difícilmente revierte de forma natural.
Pero no siempre la alteración hormonal se experimenta de forma natural; algunas enfermedades y los efectos secundarios de algunos medicamentos pueden ser los causantes de esta patología. De hecho, en los últimos años se ha incrementado notablemente el número de casos de ginecomastia debido al consumo de anabolizantes, que provocan un desequilibrio entre los niveles de andrógenos y estrógenos y en consecuencia un aumento del tejido mamario masculino.
En cualquier caso, al verse afectado el relieve del torso del varón, este problema puede ir asociado a desórdenes psicológicos tales como baja autoestima, vulnerabilidad, retraimiento o incluso temor al rechazo, pudiendo ver disminuidas sus relaciones afectivas y sexuales.
Gracias a la cirugía podemos corregir esta anomalía mamaria de forma permanente y conseguir un pecho liso, simétrico y bien contorneado. Pero para ello resulta imprescindible valorar cada caso de forma personalizada, ya que el tratamiento diferirá en función de la edad del paciente y del tipo de ginecomastia.
