Mentoplastia – Cirugía del mentón

aumento del mentón

La Mentoplastia, es un procedimiento quirúrgico que modifica el tamaño, forma y posición del mentón, y corrige tanto la falta como el exceso de desarrollo del mismo.

El mentón es un punto anatómico muy importante en el rostro, ya que está ubicado en la línea media y es la zona central inferior que señala el término de la cara. Gracias a la cirugía de mentón obtenemos grandes beneficios para la apariencia del rostro ya que logra armonizar la barbilla con el perfil de los labios y la nariz.

Cuando se examina la cara de perfil el mentón debe esta localizado aproximadamente al mismo nivel del labio inferior en el hombre y 2 mm detrás en la mujer.

En términos generales podemos distinguir dos tipos de patologías:

  • Hipomentonismo o Retrognatismo: Cuando un paciente presenta un mentón poco desarrollado.
  • Hipermentonismo o Prognatismo: Cuando el mentón es excesivamente prominente

Tanto la mentoplastia de reducción como la de aumento producen un cambio estético significativo y sin embargo no suponen un gran impacto visual en las personas cercanas a la persona operada, dado que los resultados son muy naturales.

Procedimiento Preoperatorio Anestesia Recuperación Preguntas frecuentes

Procedimiento

El Dr. Cagigal hará un estudio previo pormenorizado de cada caso en donde evaluará la técnica a emplear, el tamaño y forma del implante más acorde con la morfología del paciente.

La técnica quirúrgica que el Dr. Cagigal aplicará en cada caso viene determinada por el tipo de Mentoplastia:

  1. Mentoplastia de Aumento. Este tipo de intervención está indicado a personas cuyo mentón está poco desarrollado y necesitamos darle más proyección para que éste sea más armónico, proporcionado y equilibrado con el resto del conjunto facial, ya sea visto de frente o de perfil.

El mentón retraído aporta al paciente un aspecto de cuello corto con distorsión del contorno facial y de la boca. Así, es frecuente encontrarnos con un labio inferior caído por la falta de desarrollo óseo, que corregiremos al proporcionar mayor proyección al mentón.

Un mentón retraído hace que el resto de la cara adquiera mayor relevancia, especialmente si existe una nariz prominente, por lo que es frecuente asociar a una rinoplastia el aumento del mentón. En otros casos la mentoplastia va asociada al lifting cervical para alcanzar una línea de perfil armónica.

Lo más habitual es la colocación de un implante de silicona por delante del mentón, para aumentar su proyección. Este tipo de material es sólido, pero al mismo tiempo es flexible y maleable, lo que permitirá ser moldeado durante la intervención para ajustarlo al máximo a la forma que se desee.

La intervención se lleva a cabo mediante una incisión en el pliegue natural dentro de la boca, entre el labio inferior y la encía. Se hace una bolsa por delante del hueso y se coloca la prótesis. En algún caso aislado la incisión habrá que realizarla en la piel bajo la barbilla, dejando una pequeña cicatriz que será prácticamente imperceptible.

Del mismo modo, se puede suplir la falta de volumen realizando un lipofilling de mentón. En este caso se extrae la grasa del propio paciente, generalmente del abdomen, se centrifuga y se infiltra a través de una pequeña incisión en la zona mandibular, consiguiendo mejorar la forma y dar una apariencia natural con resultados excelentes.

Cuando el mentón es muy pequeño y el aumento debe ser superior a 10 mm el Dr. Cagigal opta por la mentoplastia de deslizamiento, en la cual se hace un corte al hueso  mandibular, que se avanza y se fija en su posición correcta.

  1. Mentoplastia de Reduccción. Con este procedimiento buscamos disminuir el tamaño del mentón de aquellas personas que lo tienen muy pronunciado. Para lograr estos resultados hay que realizar una osteotomía de acortamiento, procedimiento que consiste en la resección de un fragmento óseo.

Al igual que en el caso anterior, la vía de abordaje de la cirugía dependerá de las características anatómicas de la persona. Se hará una pequeña incisión de unos 3-4 cm que, en la mayoría de los casos, será por el interior de la boca, salvo alguna excepción que habrá que proceder por el pliegue submentoneano. Seguidamente separaremos los tejidos blandos y reduciremos el hueso hasta lograr el tamaño deseado.

Duración de la Intervención

La duración de este tipo de intervención varía en función de la técnica aplicada, pero está en torno a la hora.

Preoperatorio

Antes de la mentoplastia se necesitan pruebas preoperatorias habituales para la anestesia (analítica de sangre, radiografía de tórax y un electrocardiograma).

Como en toda intervención, el Dr. Cagigal realizará un examen médico previo para detectar cualquier contraindicación posible.

Anestesia

La Mentoplastia con implante se realiza habitualmente con anestesia local acompañada de sedación, de tal manera que la persona estará consciente pero adormilada y la región a operar se encontrará completamente insensible. Al no requerir hospitalización, el alta hospitalaria se le dará tras un tiempo breve de recuperación.

Cuando es preciso realizar osteotomías o cuando esta cirugía se realiza como complemento a otro tipo de intervenciones, como la rinoplastia o el lifting cérvico-facial, se realiza con anestesia general, dada la seguridad y el confort que aporta al paciente. En estos casos, el paciente deberá permanecer hospitalizado hasta el día siguiente y será dado de alta una vez el Dr. Cagigal haya comprobado que no existen incidencias.

Recuperación

Si bien no se trata de una intervención especialmente dolorosa, durante los primeros días puede experimentar ciertas molestias que podrá controlar con la medicación prescrita por el Dr. Cagigal.

Tras la intervención, la zona permanecerá inflamada una o dos semanas, hinchazón que irá remitiendo progresivamente. Si bien no es muy habitual, pueden aparecer hematomas y ciertas alteraciones transitorias en la sensibilidad y movilidad del labio que desaparecerán a los pocos días.

No será necesario retirar los puntos de sutura, ya que éstos son reabsorvibles.

Podremos ver el resultado definitivo transcurridos dos meses tras la intervención, si bien se apreciará su nueva apariencia después de la primera semana.

Conviene extremar la limpieza bucal, por lo que se recomienda realizar limpiezas bucales desinfectantes varias veces al día. Asimismo deberá llevar una dieta blanda los primeros días.

Preguntas frecuentes

¿Qué riesgos conlleva la Mentoplastia?

Cuando esta cirugía es realizada por un cirujano plástico cualificado, las complicaciones son infrecuentes y generalmente menores. Aunque el índice de complicación de esta intervención es bajo, los riesgos asociados incluyen la aparición de hematomas y alteraciones transitorias en la sensibilidad local.

¿Cuando me puedo reincorporar a mi vida habitual?

Se pueden retomar las actividades de la vida diaria por lo general antes de la primera semana, evitando en la medida de lo posible grandes esfuerzos físicos o deporte hasta la tercera o cuarta semana tras la intervención.

La alimentación inicial debe ser de fácil masticación, intentando evitar en la medida de lo posible el contacto de la comida con las heridas.

No conviene tomar el sol durante el primer mes, el calor puede hacer que el mentón se inflame.

¿Es una cirugía dolorosa?

Ésta intervención no suele ser dolorosa, pero sí que puede sentir molestias o cierto malestar que serán controlados con analgésicos.

¿El resultado de la Mentoplastia es permanente?

Los resultados de la mentoplastia son definitivos y muy satisfactorios. En los casos del lipofilling, parte de la grasa insertada será absorbida por el organismo, pero la que es asimilada permanece para siempre, es un implante definitivo y natural, a diferencia de lo que ocurre con el relleno con otros productos.

Estos procedimientos producen un cambio estético significativo, tanto por la modificación local como por el mejor equilibrio que se consigue en el resto de la cara, especialmente con la nariz.

¿A qué edad se puede someter a una cirugía de mentón?

El proceso de osificación de los huesos de la cara finaliza entre los 15 y los 18 años. Es a partir de esta edad en la que podemos valorar si es candidato para esta intervención y en caso positivo, podremos valorar la posición, la proyección y el volumen necesario.

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