Ante la llegada del Black Friday nos están lloviendo miles de ofertas y promociones por todas partes, pero hay que ser muy cauteloso y cuestionar aquellas que a la salud se refieren.
Debemos tener siempre presente que no estamos ante productos de consumo sino que estamos tratando con la salud de las personas, y que ante todo tienen que prevalecer la seguridad de los pacientes y la excelencia profesional, que se verán reflejados en la calidad del resultado.
Por eso nos unimos al llamamiento de la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) en la que se advierte de los peligros de las ofertas en Cirugía Estética que encontraremos en estos días con motivo del “Black Friday”.
Hay que tener en cuenta todos los costes derivados de una intervención quirúrgica, y resulta evidente que en ningún caso éstos pueden ser superiores al precio ofertado, ya que entonces estaríamos poniendo en riesgo la seguridad del paciente y la calidad del procedimiento.
Al tratarse de medicina privada, los precios de las intervenciones no son fijos, no solo varían entre una ciudad y otra sino que dentro del mismo municipio y con el mismo profesional los precios también difieren, ya que los procedimientos han de ser personalizados. En cualquier caso, existen unos mínimos que nunca se deben sobrepasar, ya que se pondría en entredicho la calidad y/o seguridad del paciente, ya sea porque se prescinda de algún facultativo, porque éstos no tengan la cualificación adecuada, porque se renuncie al anestesista durante la intervención, porque las instalaciones no cumplan la normativa vigente, porque se reste calidad en los materiales, porque el seguimiento postoperatorio no sea el adecuado o porque éste se lleve a cabo por personal no cualificado…
Por eso, una vez más, lo barato puede salirnos muy caro. De ahí que nuestra recomendación sea desconfiar de estas ofertas por muy llamativas que resulten y llegado el caso leer bien la letra pequeña de “la promoción”, así como el consentimiento informado que el paciente ha de firmar con carácter previo a la intervención. Y sobre todo exigir que el cirujano que nos va a operar sea quien nos valore previamente en consulta y que cuente con la titulación oficial: “Médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora”, única titulación oficial homologada en España imprescindible para poder ejercer esta especialidad, y que se obtiene tras seis años de Licenciatura en Medicina y cinco de especialización vía MIR
