La contractura capsular o encapsulamiento patológico del implante, es uno de las posibles complicaciones tras el aumento mamario con implantes, y debe ser conocido por las mujeres que están pensando en someterse a esta cirugía.
Pero en manos de un buen profesional y si se siguen correctamente sus recomendaciones, el índice de complicaciones se reduce notablemente; tanto es así que el Dr. Leopoldo Cagigal en los últimos años ha logrado tener un 0% de incidencia de casos de contractura capsular.
¿Qué es la contractura capsular?
Como forma de defensa inmunitaria ante la aparición de un cuerpo extraño que el organismo no puede eliminar, éste trata de aislarlo formando una cápsula alrededor de los implantes mamarios; se trata de una membrana fina que no produce molestias y permite que la prótesis se palpe blanda sin alterar el resultado estético de la intervención.
Sin embargo, a veces se desarrolla en exceso formando una cápsula fibrosa fuerte y gruesa, que constriñe y aprieta el implante, endureciendo el seno hasta llegar a deformarse por la tracción y tensión soportada, perdiendo naturalidad al tacto y a la vista. Cuando la cápsula se forma en exceso alrededor de la prótesis, hablamos de contractura capsular, encapsulamiento o capsulitis.
Si bien la Escala de Baker nos puede ayudar a clasificar el grado de contractura capsular, ésta resulta algo subjetiva:
- Grado I. La mama esta normalmente blanda y parece natural.
- Grado II. La mama está algo firme pero parece normal.
- Grado III. La mama está firme y parece anormal (distorsión visible). El implante puede palparse.
- Grado IV. La mama esta dura, existe gran distorsión en su forma, es dolorosa.
¿Se puede prevenir la contractura capsular?
Uno de los mitos más extendidos sobre esta cirugía es pensar que los masajes de movilización de la mama en el postoperatorio inmediato pueden impedir que se produzca una contractura capsular. Hoy por hoy gracias a la técnica quirúrgica del DR Leopoldo Cagigal y el uso de implantes de última generación, no solo resultan dolorosos e inútiles, sino que están absolutamente desaconsejados, ya que la manipulación de las prótesis podría provocar un desplazamiento de las mismas.
La aparición de una contractura capsular puede deberse a una complicación postoperatoria propia de esta intervención tales como hematomas, seromas que no han sido absorbidos por el organismo o infección subclínica. Que se produzca o no una contractura capsular dependerá de la habilidad del cirujano a la hora de realizar la cirugía y de si se han seguido correctamente sus recomendaciones. Por ello debes buscar la excelencia y por lo tanto al mejor profesional.
¿Cómo se trata la contractura capsular?
Dependiendo del grado de encapsulamiento y de la antigüedad del mismo, el médico determinará el tratamiento que deberá seguir. Si se trata correctamente en las primeras semanas de formación, existen muchas posibilidades de que remita el problema. En ocasiones la toma de medicación es suficiente para que la contractura desaparezca o que simplemente no vaya a más, pero en algún caso (generalmente los que se encuentran en un grado III o IV) es preciso volver a pasar por quirófano para tratar la cápsula patológica o bien eliminarla, además de reemplazar las prótesis que estén dando problemas.
