Tanto la liposucción como el aumento de pecho son los tratamientos de cirugía estética más demandados en España; en concreto, el aumento mamario ha ido escalando posiciones hasta acabar desbancando a la que hasta ahora ha sido la cirugía estrella: la liposucción.
Y de hecho es frecuente encontrarnos con frases tales como “mira qué barriga tengo y sin embargo no tengo trasero” o “tengo cartucheras pero me falta pecho”. Y es que son muchas las mujeres que desearían quitarse la grasa sobrante de una parte del cuerpo, generalmente del abdomen o cartucheras que es donde se les suele acumular a las mujeres, y aumentar el volumen de otra zona (pecho, glúteos…).
El lipofilling o lipotransferencia nos permite redistribuir la grasa para moldear el cuerpo según nuestras preferencias. El proceso consiste en la extracción de grasa del paciente con unas cánulas especiales de liposucción; por lo general recurrimos a la grasa localizada en las caderas o en la zona abdominal dado su fácil acceso. La grasa, obtenida con aspiración a baja presión, se centrifuga o decanta para separar la parte más sana del tejido y obtener las células grasas que infiltraremos en su nueva localización.
Este procedimiento está muy en auge ya que la grasa que transferimos es la del propio paciente y por tanto el cuerpo no ofrece rechazo. Sin embargo, esta técnica tiene sus limitaciones. Si bien los resultados de la lipotransferencia en glúteos (al haber mucho músculo se reabsorbe mucha menos cantidad de la grasa infiltrada) y del lipofilling facial son muy satisfactorios (en especial éste último), no podemos decir lo mismo del aumento mamario con grasa autóloga, entre otros por los siguientes motivos:
- No es posible aumentar todo el volumen que queramos, a lo sumo se podrá subir una talla de sujetador. Si se transfiere demasiada cantidad habría una disminución del riego, y la supervivencia sería menor, siendo reabsorbido por el organismo en pocas semanas.
- La cantidad de grasa que se puede transferir está del mismo modo condicionada por la cantidad de grasa y músculo de la zona donde se va a realizar la lipotransferencia. Cuanto mayor sea la mama y más contenido graso tenga, más grasa podremos transferir.
- Es necesario disponer de un exceso de grasa importante y accesible por liposucción. El volumen extraído es sometido a centrifugación o decantación para separar la grasa que será infiltrada, por lo que acabamos desechando entre un 30% y 40% de la cantidad inicial.
- Esta técnica está indicada para dar volumen al pecho pero no podremos dar la forma que nosotros deseamos.
- Una parte importante de la grasa infiltrada es reabsorbida por el organismo; la mayoría de las veces no es suficiente practicar la técnica una sola vez, se requerirán varias sesiones hasta obtener el volumen deseado.
- Esta técnica es algo más económica que el aumento mamario con prótesis de silicona, pero al tener que repetir las sesiones acaba encareciendo el procedimiento, llegando a superar en costos al aumento con implantes.
Por tanto, el uso principal del relleno con grasa en la mama suele ser para:
- reconstrucción parcial de algún cuadrante (reconstrucción postoncológica)
- corrección de surcos o imperfecciones, en especial en pacientes muy delgados o con deformidades mamarias previas
Son demasiados los inconvenientes que nos encontramos con el aumento mamario con grasa autóloga como para optar por esta técnica. Por ello, se recomienda el aumento de senos con prótesis de silicona cohesiva de gran calidad, como las que utiliza el Dr. Cagigal, que ofrece muchas más ventajas, entre otras:
- Se puede elegir el volumen deseado, dentro de unos márgenes acordes a la constitución de la paciente, permaneciendo inalterable con el tiempo.
- Es posible darle la forma deseada con implantes redondos o anatómicos de alta, media o baja proyección, conforme a las preferencias de la paciente.
- No es necesario tener un exceso de grasa localizada.
- Los resultados son definitivos desde la primera intervención.
