La reducción de pecho por dolores de espalda es el motivo por el que, con diferencia, más mujeres acuden al cirujano plástico para plantear este tipo de intervención.
En la gran mayoría de casos no se trata de una decisión individual de la propia mujer, sino que es una recomendación de su médico internista o de su traumatólogo.
De lo contrario a la creencia popular de que es el peso de los pechos el que causante de los dolores, lo cierto, es que se trata normalmente de problemas posturales. La mujeres con grandes senos en ocasiones procuran disimularlos y tienden a encorvarse hacia delante en lugar de tomar una postura erguida que ven como algo tal vez exhibicionista. Esto genera problemas en las vértebras cervicales y dorsales, que pueden desembocar en protrusiones o hernias discales.
Pero la reducción mamaria no solamente se realiza por dolores de espalda. Los pechos grandes pueden tener algunos otros inconvenientes como pueden ser los eccemas localizados en los pliegues sub-mamarios, que se producen por el sudor, al no poder traspirar la zona que se encuentra muy tapada y en continuo rozamiento. Estos eccemas o en su caso intertrigo (dermatosis por sudoración complicada con bacterias, hongos, o levaduras) también es habitual localizarlos en los hombros, debido al contacto con los tirantes del sujetador que continuamente soportan el peso de los pechos y rozamiento.
Otro caso habitual que se somete a una reducción de mamas son aquellas mujeres que quieren hacer deporte y que se ven casi imposibilitadas por el tamaño de sus mamas.
Así pues la cirugía plástica de reducción mamaria es mucho más que una solución estética, por lo contrario se convierte por lo general en una cuestión de salud y lo decimos sabiendo que un problema estético en la mayoría de los casos también supone dificultades e inconvenientes psicológicos, llegando a suponer también un problemas de salud.
Recientemente SEPCRE publica una noticia que sitúa la reducción mamaria en el puesto número ocho en el ranking de cirugías plásticas y estéticas, representando más de un 5% del total y por delante de la rinoplastia. Según este artículo no destaca ningún tramo de edad entre las mujeres que se someten a esta intervención, realizándose desde en mujeres muy jóvenes que sufren la denominada ”hipertrofia mamaria virginal” hasta a mujeres de más de 60 años.