Seguir los cuidados y recomendaciones de su cirujano tras someterse a un aumento de pecho es tan importante como la elección de un buen cirujano, y en ocasiones no se le presta la importancia que se requiere.
Una vez la paciente ha sido intervenida y es dada de alta hospitalaria (que por norma general es al día siguiente), es fundamental que la paciente siga unas pautas para evitar posibles complicaciones, tales como el desplazamiento del implante de su situación inicial. Por ello os vamos a dar unas pautas a seguir que contribuirán a lograr el resultado deseado y mantenerlo el mayor tiempo posible.
Las primeras 24-48 horas son las más molestas, molestias que irán remitiendo progresivamente en los días siguientes y que se podrán controlar con la medicación pautada.
Reposo.
Como cualquier intervención quirúrgica, la zona se ha visto sometida a una agresión y los tejidos se han visto dañados, por lo que durante el periodo postoperatorio es preciso guardar reposo de la zona intervenida, especialmente para favorecer la desaparición de la inflamación y evitar el sangrado.
La prótesis mamaria se alojará parcialmente por debajo del pectoral, músculo que participa en el movimiento y fuerza de los miembros superiores. Por ello, el movimiento de los brazos deberá ser lento y suave, sin forzar la extensión, y evitaremos coger peso. Progresivamente tendremos más libertad de movimiento pero en todo caso deberemos evitar movimientos bruscos.
El reposo favorecerá una buena cicatrización tanto externa como interna y la formación de la cápsula alrededor del implante. En consecuencia, lograremos una recuperación más rápida.
Sujetador.
Previo al alta hospitalaria, el Dr. Cagigal y su equipo retirarán el vendaje mamario y lo sustituirán por un sujetador que se deberá llevar puesto 24 horas de manera general, para proporcionar confort a la paciente y prevenir que el implante se mueva de su sitio mientras está cicatrizando.
Transcurridos tres meses aproximadamente tras la intervención se recomienda seguir con esta rutina, si bien por la noche se podrán sustituir por otros más suaves y cómodos.
Uno de los errores más comunes de las pacientes, es volver a usar sujetadores con aro y especialmente los tipo push-up, algo que está totalmente contraindicado. La presión que ejerce este tipo de sujetadores en el pecho podría ocasionar un desplazamiento de la prótesis, y el bolsillo donde se coloca la misma (creado con precisión para que ésta no se mueva) podría agrandarse. El implante acabaría cogiendo holgura y podría llegar a ser inestable, generando incomodidad a la paciente a la hora de vestirse o tumbarse (en el caso de llevar prótesis anatómicas la rotación crearía una asimetría en la forma del pecho muy evidente).
El sujetador que elijas deberá ser uno con el que te encuentres cómoda, sin aros, que se adapte a tu pecho (y no tu pecho al sujetador) y que lo recoja sin modificar su forma. La talla y copa de sujetador puede ser pronosticada con frecuencia por el Dr. Cagigal, si bien podría variar una vez remita la inflamación y dependerá igualmente de la marca y modelo elegidos.
Cuando se realice ejercicio físico se deberá llevar un sujetador deportivo que contenga bien el pecho ante los movimientos y la oscilación.
Cuidado de la piel.
Conviene preparar la piel del pecho antes de la intervención manteniéndola bien hidratada. Hay que tener en cuenta que se le va a someter a una distensión repentina debida a la inflamación y al volumen del implante. Dicho fenómeno, unido al uso continuado del sujetador y las dificultades en la higiene, contribuirán a la sequedad y tirantez de la piel, por lo que deberemos mantenerla bien hidratada durante las semanas siguientes. De este modo evitaremos o minimizaremos la irritación y posible aparición de estrías.
Cicatriz.
La calidad de la cicatriz es multifactorial, dependerá del tipo de sutura, de la tensión a la que se la someta, del tipo de piel y de la cicatrización de cada paciente entre otros. Sin embargo podemos seguir unas pautas que mejorarán su evolución:
Tras la intervención, aplicar generalmente Povidona Iodada (betadine) o similar en las heridas una vez al día, sin necesidad de retirar las pegatinas que suelen cubrirlas (steri strips); si éstos se cayeran se pueden sustituir por esparadrapo de papel.
En ocasiones, generalmente en heridas más supurativas, se colocan apósitos con gasa y esparadrapo de papel que deben ser sustituidos según alcancen un nivel de humedad evidente.
La herida deberá mantenerse siempre seca, evitando las duchas prolongadas. En caso de que la herida se moje, habrá que secarla con aire frío.
A las dos semanas aproximadamente se retirarán los puntos de sutura y se comenzará a hidratar las cicatrices con rosa mosqueta u otros aceites similares.
Una vez la herida haya cicatrizado de manera estable (aproximadamente 3-4 semanas) se recomienda utilizar los parches cicatrizantes (generalmente de hidrogel o polipropileno) que favorecen una correcta cicatrización, previniendo la formación de queloides y manteniendo la cicatriz fina, plana y elástica. Asimismo actúan como barrera frente a la radiación solar.
Se recomienda evitar la exposición directa al sol durante el primer año tras la intervención. Los rayos solares atraviesan los tejidos (incluso debajo de la sombrilla o la ropa de baño) y pueden aumentar o teñir las cicatrices, por lo que deberemos aplicar varias veces al día crema de máxima protección sobre la cicatriz para evitar la pigmentación de la misma y procurar que ésta sea lo más imperceptible posible.
Masajes.
Hay profesionales que aconsejan los masajes en los implantes en el postoperatorio inmediato, argumentando que la probabilidad de contractura muscular se reduce notablemente. Con la técnica quirúrgica mínimamente invasiva utilizada por el Dr. Cagigal y el empleo de prótesis de última generación, el índice de contractura capsular es prácticamente nulo. El Dr. Cagigal no solo no los recomienda sino que desaconseja todo tipo de manipulación de la mama, ya que no solo resultan dolorosos e incómodos, sino que podrían provocar un desplazamiento de los implantes o una holgura de los bolsillos que los contienen.
Dormir.
Las primeras semanas se recomienda dormir hacia arriba (decúbito supino) y ligeramente incorporada. Los cojines de lactancia pueden ser un buen aliado en estos días para comenzar a dormir de lado, postura que no se recomienda hasta pasadas 2 semanas. Se desaconseja en todo caso dormir hacia abajo (decúbito prono) en las pacientes intervenidas con implantes mamarios, ya que el peso del cuerpo recaería sobre la prótesis y podría desplazarla.
Deporte.
Sin duda es la actividad favorita de muchas de nuestras pacientes, si bien es conveniente comprender que durante un periodo aproximado de 3 a 4 meses debe ser limitado al máximo. Nosotros establecemos una agenda específica para cada paciente.
Revisiones.
Se suele realizar seguimiento a los pacientes aproximadamente tres meses tras la intervención, si bien éste puede prolongarse en caso necesario, e incluso conviene valorar la situación de manera periódica o al año. También es útil repasar en estas consultas los buenos y malos hábitos para un mejor mantenimiento del pecho.
Después del año hay que continuar con las revisiones ginecológicas habituales. Es muy importante hacer pruebas de imagen (ecografía y/o resonancia magnética generalmente) en aquellas personas incluidas en un programa de prevención del cáncer de mama, ya que nos ayudarán a realizar un seguimiento del estado del implante.
Debemos de tener en cuenta que los cuidados no solo forman parte del postoperatorio inmediato, sino que a partir de ahora se deberá prestar especial cuidado y tener siempre presente que son portadoras de implantes mamarios.
Y sin duda, el consejo más importante es seguir las recomendaciones de tu cirujano, ya que es él quien dispone de los conocimientos y capacidad para valorar cualquier contratiempo Su respuesta ante posibles dudas será mas objetiva y tranquilizadora que cualquier información externa recogida de internet u otras vías.